sábado, 3 de diciembre de 2011

CONSTRUCTOS BÁSICOS DE LAS NUEVAS TENDENCIAS DE LA ORIENTACIÓN EN LA POSTMODERNIDAD

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO BARINAS







CONSTRUCTOS BÁSICOS DE LAS NUEVAS TENDENCIAS DE LA ORIENTACIÓN EN LA POSTMODERNIDAD






Autores
Armario Guillermina
Marín Manuel
Reyes Yuleidy


Barrancas, Diciembre de 2011





Este va a ser el siglo del saber. Mas precisamente el siglo de la racionalidad científica y tecnológica. Cierto: nuestra especie ha dependido siempre de sus creencias y sus tecnologías, desde el tiempo inmemorial  de la invención de la rueda. Pero ahora esas creencias van siendo cada vez mas penetradas por la ciencia y esas tecnologías están cambiando a un ritmo sin precedentes. El saber cambia el mundo, y nuestro mundo está cambiando con la prontitud de los saberes nuevos. Por eso apenas atinamos a decir que nuestra época es distinta: hablamos de "postmodernidad". El tiempo ahora es más corto, el espacio es más pequeño.
En la sociedad actual, la sociedad del conocimiento, la ciencia y la tecnología van conquistando los distintos ámbitos que comprenden la vida. Transformando nuestro modo de pensar, de sentir, y de actuar como aspectos fundamentales de lo cognitivo, lo axiológico y lo motor; dimensiones esenciales del hombre. En segundo lugar, los oficios de la sociedad tienen un creciente contenido técnico y cada vez es mayor el número de ocupaciones de alta tecnología. No da lo mismo manejar un arado que manejar un tractor, una máquina de escribir que un computador, un bisturí que un rayo laser. Y en la cima de la pirámide ocupacional se encuentra una nueva clase de talentos, dedicados a diseñar soluciones únicas para problemas únicos. Cada día las competencias que exige la sociedad son más sofisticadas ya no es suficiente hablar de una profesión como Ingeniero o Administrador, sino que se exigirán unas competencias que cambiarán su perfil como, Ingeniero Administrativo de sistemas, Administrador de política de productos entre otros.
Las industrias crecen hacia: la biotecnología, la informática, la microelectrónica, las telecomunicaciones, la robótica, la industria de nuevos materiales y la aviación civil entre otras; son las actividades bandera del nuevo siglo. Dentro de un enfoque ecológico, ninguna de estas industrias depende de los recursos naturales ni de la mano de obra barata ni siquiera del capital  que va a donde lo llaman con la velocidad de la luz. Estas industrias dependen de un nuevo factor de producción: se llama el conocimiento. En la sociedad del conocimiento el valor agregado ya no proviene de los factores clásicos de producción "tierra, capital y trabajo": viene de la tecnología antes que todo.
Por ello tenemos nuevas tendencias de la orientación en esta nueva corriente llamada postmodernidad. En consecuencia, el orientador debe replantear sus objetivos, sus metas, sus pedagogías y sus didácticas si quiere cumplir con su misión en el siglo XXI, brindando satisfacción  a las necesidades del hombre, como dice Banderela (2009), “las mismas fuerzas tecnológicas que harán tan necesario el aprendizaje, lo harán agradable y practico”. Las corporaciones se están reinventando en torno de las oportunidades abiertas por la tecnología de la información, “los orientadores también tendrán que hacerlo".
Parafraseando a nuestro Nobel Gabriel García Márquez "Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y quiénes somos en una sociedad que se quiere a sí misma, que canalice hacia la vida, la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia y nos abra la segunda oportunidad sobre la tierra por el país prospero que soñamos al alcance de los niños".
Navegar en la aldea global será una tarea que exige muy altos niveles de "inteligencia social" esto es, capacidad organizada del país para adaptarse a un mundo que cambia rápidamente, lo cual supone adquirir y procesar la información sumamente compleja, para tomar decisiones que aseguren el aprovechamiento óptimo de cada coyuntura. La alta inteligencia conlleva una ética de aceptación de la verdad, de responsabilidad, de autonomía, de compromiso con el bien público por encima de los intereses individuales o sectoriales, de respeto por los valores universales encarnados en los derechos humanos y en la práctica de la justicia para contribuir al logro de la paz. Por eso es necesario desarrollar el pensamiento crítico y estimular la actitud científica desde aprender a aprender, aprender a emprender y educar para la carrera a lo largo de toda la vida.
Entonces la orientación busca dentro de sus objetivos contribuir con la formación integral del ser humano, entendido como un ser de necesidades, habilidades y potencialidades. Busca intervenir en las Dimensiones Cognitivas (conocimientos) Axiológica (valores), para mejorar la calidad de vida. Pues bien, corresponde a una transformación de los procesos mediante lo que se aprende, constata (anota) y explica, mediante procesos que están en sintonía y dependencia con nivel de desarrollo de los medios tecnológicos del actual momento histórico que estimula un pensamiento creativo.
 Aprender a aprender. Es encontrar la manera de entender, analizar y aprender las cosas del exterior por los medios que a cada uno le parezcan convenientes, cómodos o más fáciles. Como por ejemplo un propio método de estudio el de hacer esquemas, así la persona lo entiende y aprende en cambio para otra persona no lo es así. Es descubrir, crear e inventar los medios que le permite seguir con los procesos de asimilación y acomodación ya que el ser humano es un aprendiz permanente. Hoy mismo estamos aprendiendo lo que es prender a aprender.
 A juicio de Arista, (2007), “dotando al que aprende de las herramientas intelectuales, afectivas y psicológicas que le permitan aprender el concepto, la forma y el sentir del mundo exterior”.
 Parafraseando al autor. Aprender a aprender es lograr que el conocimiento adquirido por la persona que lo adquiere sea significativo, de tal manera que lo pueda utilizar de forma efectiva y sepa dónde aplicarlo en el momento que lo amerite y que sea pertinente para sus vidas. Donde se puedan tomar los conocimientos que da la vida para usarlos en beneficio propio y de los demás. Siendo un proceso superior que consiste en darse cuenta de lo que se aprende y de cómo es este proceso.
Por eso el ser humano de hoy necesita " aprender a aprender" y "aprender a emprender " y esto es el gran reto del orientador, el cual está obligado a cambiar el esquema ya que siempre se ha hablado de crear organizaciones que aprendan, ahora se debería hablar de organizaciones que piensen. Pero no solamente que piensen sino que además creen.
En el presente constructo hasta el momento hemos hablado de nuevas tendencias en orientación como son aprender a aprender, aprender a emprender y aprender a crear; pero es importante aquí mencionar y e indagar acerca de la nueva tendencia en la orientación en la postmodernidad, como es educar para la carrera, La referencia temporal a la orientación para la carrera es anterior y está ligada a las aportaciones de los investigadores del desarrollo de la carrera que transformaron y generaron un cambio muy relevante en la evolución de la orientación . Enfatizando las relaciones educación/trabajo, en todos los sentidos en relación con la preparación para el trabajo y el desarrollo de la carrera. Ya que tanto la "orientación para la carrera" como la "educación para la carrera" se justifican en base a la necesidad de  preparar a las personas para el trabajo. Es un punto de convergencia importante que, tanto los programas de orientación para la carrera, como los de educación para la carrera, tienen su origen en la necesidad de ayudar a las personas en el desarrollo de su carrera. Durante las últimas décadas, la necesidad de adaptarse a posibles cambios de ocupaciones, los problemas a los que nos enfrentamos en el desarrollo de nuestras carreras, el desempleo, el sub-empleo y la sobre cualificación, la falta de preparación y cualificación laboral, en definitiva, la inadecuada preparación para el trabajo y la urgente necesidad de ayudar y estimular el desarrollo de la carrera de las personas, no constituyen una razón de peso para la función orientadora. Todos ellos inciden en la importancia de elaborar estrategias de intervención orientadora que permitan solucionar los problemas a los que nos enfrentamos estimulando al máximo el desarrollo potencial de la carrera a través de programas de prevención y desarrollo.
La orientación para la carrera  se fundamenta en el proceso de desarrollo de la carrera. Las teorías del desarrollo definen el desarrollo de la carrera como un proceso que se inicia en el nacimiento y que continúa a lo largo de toda la vida de la persona. Este desarrollo supone el paso a través de una serie de tareas y características propias de cada una, que sirven de base a la orientación, porque son el marco referencial para concretar las pautas de intervención para estimular dicho desarrollo en diferentes momentos. Y aquí hay que considerar que uno de los derechos más importantes de toda persona es la libertad de elección ocupacional y de carrera. Según Camacho (2008), “esta libertad debe protegerse y estimularse a lo largo de la vida”. Todas las personas a lo largo de su vida deben poder disponer de asistencia profesional en el desarrollo de su carrera, donde la asistencia sea un esfuerzo compartido de la comunidad que envuelve al sistema educativo, a la estructura familiar, negocios/industria y una amplia variedad de agencias y organizaciones comunitarias.
Además debe de favorecerse en todas las persona la equidad, no sólo la igualdad de oportunidades de desarrollo de carrera. Sino el respeto y el derecho de cambiar de ocupaciones, direcciones de carrera y el derecho a elegir. También el orientador esta en competencia de ayudar a los individuos a incrementar la auto comprensión de sus habilidades, intereses, valores y metas como fundamento vital del proceso de desarrollo de la carrera.
Por lo tanto, la orientación  para la carrera se fundamentan en la necesidad de proteger y estimular la libertad de la persona con respecto al desarrollo de su carrera y en su derecho a recibir ayuda profesional en los distintos períodos de su vida, también se destaca la importancia que para este desarrollo tiene el que la persona se conozca realmente y que disponga de información adecuada sobre sus oportunidades de carrera. Tanto la orientación como la educación para la carrera estimulan, favorecen y potencian el desarrollo de la carrera, basándose en los conocimientos sobre dicho desarrollo, que fundamenta su intervención programática en diversos niveles.
Por otra parte, hay que destacar que los diferentes  programas de orientación suponen esfuerzos longitudinales, dirigidos a todas las personas. Si bien es cierto que en un principio se plantearon principalmente en los primeros niveles del sistema educativo, con el transcurso del tiempo y progresivamente se han ido ampliando y extendiendo a otros niveles, marcos y poblaciones. Cuando se habla de infundir esta nueva tendencia en la actualidad, se considera que es posible desarrollar actividades que al mismo tiempo estén logrando los objetivos de la orientación. Se trata de que los profesionales en el área incorporen a su actividad diaria ese énfasis en la carrera, que se intenten relacionar los contenidos con su utilidad y aplicación práctica en el mundo del trabajo, que se transmitan valores positivos sobre el trabajo, su importancia y significado en la vida de la persona, que se estimule el desarrollo de hábitos de trabajo, así como el resto de los objetivos que se consideran imprescindibles para el adecuado desarrollo de la carrera de la persona, como el autoconocimiento y conocimiento de las oportunidades educativas, laborales,  la toma de decisiones en relación a la carrera y la vida de la persona.

BIBLIOGRAFÍA

Arista, (2007), Herramientas Intelectuales, Afectivas y Sicológicas Para Aprender.  Editorial Amanecer Caracas Venezuela.

Banderela (2009), Las Nuevas Tecnologías Para La Orientación psicopedagógica para la prevención y el desarrollo. Barcelona: Boixareu Universitaria-  Marcombo.

Camacho (2008), Educar para La Carrera. Manual de Orientación.

Bisquerra, R. (1990). Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica.   Madrid.

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